Con la excusa de ver las históricas ermitas en los alrededores de La Puebla de Guadalupe y su impresionante viaducto, realizaremos una sencilla ruta con unas vistas privilegiadas sobre el conjunto monástico monumental.
El Viaje.
El camino en sí no es la gran atracción de la ruta, sin embargo, la serranía que nos rodea, las panorámicas en diferentes miradores naturales de Guadalupe y los lugares de interés que os listo a continuación, hacen de este trek un paseo largo más que interesante como complemento a la visita monumental.
Viaducto.
Construido entre 1957 y 1962, cruza el río Guadalupejo y se trata de una construcción enorme pero que no llegó nunca a utilizarse. La idea era conectar las vías del tren de Villanueva de la Serena con Calera y Chozas.
Hoy ha quedado como un gran monumento a las afueras de Guadalupe y destacado comienzo de la Ruta de las Ermitas que os muestro en este post.
Ermita de San Blas.
Esta ermita pertenece a la Parroquia de Guadalupe. Cuando los peregrinos viajaban a Guadalupe por el antiguo camino de San Blas, este era el primer punto en el que divisaban el Monasterio.
Es de estilo gótico. Fechada en el siglo XVI y restaurada en 1945.
Ermita de Santa Catalina.
Esta ermita se encuentra a 760 msnm en lo alto de una colina en la que existe un cruce entre los caminos de Cañamero y Berzocana. Cuando los peregrinos llegaban por el camino del oeste, desde aquí veían por primera vez el Monasterio.
Fechada en el siglo XVI y restaurada en 1978.
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La Ruta.
La ruta es sencilla y se puede considerar incluso familiar, aunque los algo más de 300 metros de desnivel, requieren cierto esfuerzo. Más en nuestro caso que lo hicimos con nuestra peque en carro de bebé, aprovechando que el trazado es por pista. Aún no habíamos comprado el carro «todoterreno» y lo cierto es que para el de paseo no es muy recomendable porque en algunas partes el firme es irregular.
El último tramo desde la Ermita de Santa Catalina (km 5,2) es coincidente con la Ruta de Isabel la Católica (PR-CC 242) que viene desde Cañamero.
Ficha.
Duración: 2h30-3h.
Lugar de inicio: Guadalupe (Cáceres), España.
Circular: Sí.
Dificultad: Baja. Atención al calor en verano.
Firme: Pista forestal de tierra. Algunos tramos con trazado irregular.
Desnivel acumulado (m): 314. Desnivel absoluto (m): 235.
Señalización: Escasa, aunque no es muy complicada de seguir, teniendo la referencia de Guadalupe a nuestra derecha, es mejor llevar el GPS con el track para no equivocarse en los cruces.
Track.
Nuestra Senda.
Es nuestro primer día por Guadalupe y también el que advierten que tendrá mejor clima, así que después de hacer la visita monumental por la mañana, hemos decidido empezar a hacer la Ruta de las Ermitas y dejarnos llevar en función de las fuerzas hasta hacerla completa o acortarla sobre la marcha.
Dejando la Plaza de Santa María y pasando por el Ayuntamiento, tomamos la Avenida de Juan Pablo II. Justo antes de que la avenida se funda con la carretera EX-118, veremos a mano derecha varias indicaciones de rutas (GR 119 Navatrasierra, GR 118 Navalvilla de Ibor, GR 117 Navezuelas, GR 212 Alía y el enlace con el PR-CC 242 hacia Cañamero). Junto a las indicaciones un panel en mal estado nos muestra un mapa de la Ruta de las Ermitas y a su lado una pista que desciende nos indica el comienzo del camino.

El primer hito es imponente y llega pronto. El viaducto de Guadalupe que cruzamos con calma para disfrutar de las vistas y la panorámica sobre el río. Una vez pasamos el viaducto llegamos al puente de Palomo o puente Palomino (km 2,4) que cruzamos por debajo. De inmediato tenemos que girar a la derecha entre fincas de diferentes cultivos. Empieza el ascenso bastante llevadero y a veces encerrado por el bosque, lo que puede ayudar si la ruta se hace en verano (nosotros la estamos haciendo a finales de febrero).

Casi sin darnos cuenta llegamos a la Ermita de San Blas. En un atril de madera está la historia de la ermita y de fondo la imagen del Monasterio de Guadalupe. Me quedo un rato leyendo y tras rodear el pequeño edificio religioso, sigo caminando por un camino que va primero de frente y luego un poco por la derecha.
Alrededor del km 3,5 hay una senda «escapatoria» para volver de forma directa al pueblo. Aún es pronto y nosotros decidimos dejarla y seguir de frente. Merece la pena porque a lo largo del siguiente kilómetro en subida, podremos ver otras bonitas perspectivas sobre Guadalupe hasta llegar a la Ermita de Santa Catalina.
Tras tomar un poco de aire en la Ermita, comenzamos el descenso directo a Guadalupe como lo hacen los peregrinos que toman esta entrada. La última parte es por una pista cementada. Entramos en el pueblo por la Calle de San Blas y nos enfilamos a contemplar una vez más (no nos cansamos de estas callejuelas) las casas porticadas junto a la Fuente de los Tres Chorros antes de llegar a la plaza principal de nuevo.
Hemos realizado la ruta totalmente solos. La mayor parte de la gente se da la vuelta tras ver el viaducto, pero creo que merece la pena continuar más allá… Nuestra peque que iba dormida, se ha despertado y Vir que iba despierta creo que se quiere ir a dormir 🙂
MIDE e IBP.
Como complemento a la información para hacer la ruta mostrada en este artículo, en Sendas de Viaje hemos realizado también el registro en base al MIDE (Método De Información de Excursiones) y el cálculo del índice IBP:
IBP Index = 44. Este índice se corresponde con una ruta fácil para una persona con preparación física media.