Una senda de interpretación perfecta para conocer la vida histórica de los pueblos de la montaña sanabresa, una panorámica privilegiada de la Sierra Cabrera zamorano-leonesa y un bonito final en la ruta Cascada de los Vados.
El Viaje.
Estamos en plena senda viajera por la región sanabresa, una de nuestras comarcas favoritas. Tercer día de acción en nuestra tercera visita a la comarca. Como hace menos de 48 horas me metí una buena paliza subiendo a buen ritmo a la Laguna del Sotillo, hoy tenía pensado algo más suave.
La Senda 10 registrada del Parque Natural de Sanabria es denominada La ruta Cascada de los Vados. Dicha cascada es un salto de agua escondido y será el objetivo final de la ruta. Sin embargo, este sencillo trek tiene bastantes más alicientes como os mostraré en este artículo.
Esta no es la ruta más conocida en la zona. A la sombra de otras más concurridas, son pocos los visitantes que llegan a tener suficientes días para gastar uno por aquí… Sea como fuere, no os dejéis llevar por las apariencias, aunque corta, en mi opinión, esta es una de las caminatas más interesantes.
San Ciprián de Sanabria.
San Ciprián es una pequeña localidad zamorana de la comarca sanabresa que pertenece al municipio de San Justo. Desde aquí podremos disfrutar de una magnífica vista panorámica de la Sierra Cabrera.
San Ciprián, como la mayoría de pueblos que son final de una carretera, parece realmente vivir a otro ritmo. Es la paz hecha aldea y más si como yo, lo visitáis a primera hora de la mañana.
Pude comprobar como existen bastantes muestras de casas típicas sanabresas que comparten espacio con construcciones más modernas que a su vez son arropadas por multitud de huertos dispuestos sin un patrón fijo.
La panorámica de las casas de piedra, junto con las enormes fincas llenas de verde y colores florales y la Sierra Cabrera de fondo, le da un aspecto bucólico al pueblo y es una razón más para acercarse hasta aquí.
La Sierra Cabrera.
Desde la panorámica que encontramos a lo largo de la ruta, unos cientos de metros antes de llegar a las cascadas, podremos ver como a un lado, la sierra cierra el horizonte, separando la parte occidental de Zamora y León. El pico dominante es el Faeda con 2021 msnm.
En Peña Trevinca, la Sierra Cabrera se llega a «tocar» con la Sierra Segundera, donde se unen las provincias de Zamora, León y Orense.

En las laderas, donde están las peñas más duras, podremos encontrar corzos y águilas reales. En la parte baja los ríos Fontiego y Barciniella se juntan en el punto denominado Trambasaguas. En ambos ríos existen gran diversidad de especies como la trucha, el desmán ibérico y la nutria.
La Ruta.
Como comentaba más arriba, la ruta Cascada de los Vados es corta pero intensa. Nos dirigiremos al pequeño pueblo de San Ciprián y desde allí caminaremos 4 kilómetros (y otros tantos de vuelta) entre extensas praderas y caminos de carros, a lo largo del precioso valle formado por el río Trefacio. Durante el recorrido pasamos por dos paisajes muy diferentes y 4 puntos de interés que merecen una parada.
Al no ser muy larga y estar trazada a modo de senda de interpretación, puede ser la ruta perfecta para hacer con niños algo más mayores (a partir de 5 años en función de lo acostumbrados que estén a caminar).
Ficha.
Duración: 2-3h.
Lugar de inicio: San Ciprián de Sanabria, (Zamora), España.
Circular: No.
Dificultad: Baja. Solo andar con cuidado en el sendero pedregoso (especialmente con lluvia).
Desnivel acumulado (m): 216. Desnivel absoluto(m): 180.
Señalización: Bien señalizada con postes de madera coloreados de blanco. Hay paneles informativos en los puntos de interés.
Track.
Esta ruta tiene un IBP Index = 34. Este índice se corresponde con una ruta de dificultad fácil para una persona con preparación física media.
Hitos del Camino.
- Curmeneiro de Faldriego (km 2,4). Un curioso corral de piedra tradicional que hacía las veces de colmena para las abejas.
- Ruideras (km 2,9). Aquí encontramos el comienzo del «camino de carros». Durante años, los carros de San Ciprián recorrían este duro camino cargados con los productos de la tierra. En la roca, podemos ver las roderas que han horadado la piedra. Un símbolo del duro trabajo que requería llevar a buen fin estos rústicos transportes.
- Panorámica de la Sierra Cabrera (km 3,6).
- Cascada de los Vados (km4). El nombre de Vado, como es fácil de intuir, proviene de vadear, es decir, de un lugar para cruzar el río. Por encima de este «vadeo», aparecen dos saltos de agua que se funden en una única poza a la sombra de los abedules.

Nuestra Senda.
Estamos alojados en Vigo de Sanabria. Un pueblo que en línea recta no está muy lejos de San Ciprián, pero en carretera es necesario bajar hasta El Puente de Sanabria y volver a subir por los pueblos más al este de la comarca.
Una vez paso Trefacio sobre las 7 de la mañana, la carretera queda encerrada por el bosque. Una vez llego, aparco a la entrada del pueblo junto a la iglesia. Así podré aprovechar que a estas horas está todo muy tranquilo y dar un paseo por las callejuelas antes de empezar la ruta como tal.
Comienzo a caminar pero pronto me detengo en un par de bocacalles para observar algunas casas antiguas de piedra. En el bar La Plaza, giro a la derecha por la calle Real. Aquí ya se ven señales que indican por donde sigue la ruta.
Un nuevo giro a la derecha y se llega a un cruce que nos saca del pueblo. Bonitas vistas de ambos lados de San Ciprián en este punto. Unas rocas dispuestas en el suelo me permiten cruzar un arroyo y empiezo a andar por camino. Una pista cómoda.
Un par de caballos en medio del camino. Ni se inmutan cuando paso a su lado. Y así, la senda va abriéndose entre bonitas praderas. Cruzo un puente de piedra y al lado de un cercado actual de apicultura, debo seguir por la izquierda por un sendero que se estrecha.
Aquí el río Trefacio va encajonado en un bonito valle. El sendero, siempre paralelo al río, es también más bello y pronto nos deja junto el Curmeneiro. Construido en piedra, sorprende su magnitud y me gusta especialmente la puertecilla de acceso. Tras leer el panel informativo y visitar este vestigio de la historia de San Ciprián, continuo la marcha.
Por un momento, el camino se llena de maleza y «me como» alguna que otra telaraña, señal de que hace algunos días que nadie se pierde por la zona. Al desaparecer los hierbajos de la senda, aparece el empedrado. En este lugar comienza la única ascensión y también el tramo más excepcional de la ruta.
Las ruideras en este Camino de Carros pueden observarse perfectamente en el suelo. Si a mí me cuesta cierto esfuerzo avanzar con la única carga de una mochila, imaginaos a los habitantes de San Ciprián con sus carros cargados con los útiles y alimentos que recogían de las brañas. Admirable.
Alucinado por el paisaje y las cumbres del fondo, alcanzo pronto y sin mucho problema, la cota más alta de la senda. Coincide con un cruce de ríos desde donde el Arroyo de Barcenilla pasa a ser el de Trefacio. Y aquí un mirador natural espectacular sobre la Sierra Cabrera.
Me detendré más tiempo a la vuelta. Ahora me enfilo hacia la cascada a la que llego en pocos minutos. Esta pequeña catarata es realmente una cascada dividida en pequeños saltos en la pared, donde el agua va casi todo el tiempo pegada a la roca. El rincón es precioso y las pozas que se forman también. Me tomo un respiro largo para disfrutar del lugar.
Un sendero parece continuar vadeando el arroyo que atraviesa perpendicular la caída del agua y a los pies de la Peña Veladeira. No creo la verdad que continúe mucho más allá y hoy no tengo tiempo para investigar fuera de la senda oficial.
La Cascada de los Vados está casi escondida por los abedules y por una revuelta que hace el camino donde está ubicado el vadeo que cruza sobre el arroyo. Al salir de este pequeño túnel natural me doy cuenta que se está nublando el día y aunque me detengo a sacar varias fotos del valle, regreso a San Ciprián a buen ritmo.
Llegué aquí pensando en hacer una senda sencilla para recuperar fuerzas y me voy con la sensación de haber acertado de lleno. Una ruta muy completa e interesante en solo 8 kilómetros 🙂
Ruta 3D.
Un breve y espectacular vídeo, al estilo de los que utilizan en la Vuelta Ciclista a España, en el que se puede ver sobre el terreno y en relieve, el camino que seguimos para completar la ruta.Galería.
