El tópico “un lugar donde se detiene el tiempo” a veces es una realidad. En este artículo os invito a daros una vuelta por este montañoso concejo gallego.
Prólogo.
Mediados de agosto, necesitábamos huir del calor y queríamos escaparnos unos días para relajarnos en una zona rural, rodeados de naturaleza y muuuucho silencio… Así es como llegué a Vilarpescozo, una pequeña aldea lucense donde perdernos unos días se convirtió en una cura de intoxicación urbana.
En este post os mostraré actividades para hacer en la zona y os presento una ruta que recorre de forma circular los pueblecitos de Os Vaos, Muxen, Os Cangos y Vilarpescozo.
Ribeira de Piquín.
El Concello de Ribeira de Piquín es un municipio situado en la mitad oriental de la provincia de Lugo. Se extiende a ambos márgenes del río Eo, junto a la Sierra de Meira. La capital es O Chao do Pousadoiro.

Qué hacer.
- Playa fluvial en O Chao do Pousadoiro.
- Rutas de senderismo desde O Chao do Pousadoiro (ver rutas en este post).
- Iglesia de Os Vaos.
- Área Recreativa de A Cortevella.
- Castro de Castañoso.
- En los concejos colindantes: A Fonsagrada, Nacimiento del Río Miño (Pedregal de Irimia), Monasterio de Santa María de Meira, Vía verde del Eo (más sobre la Vía Verde en este post).

Alojamiento.
Para nuestro viaje tuve la suerte de encontrar los Apartamentos Luna de Vilar en Vilarpescozo, a poco más de 4 km de O Chao do Pousadoiro. Tras las 5 noches que pasamos en esta pequeña aldea, puedo decir que son uno de los mejores alojamientos rurales en los que hemos estado.
El trato afable y familiar, la sensación de paz, la terraza común, el paisaje panorámico que nos recibe cada mañana… En definitiva, un verdadero alojamiento rural en un entorno auténtico. Experiencia para repetir.
La Ruta.
Además de visitar los hitos que os he enumerado en el apartado anterior, os propongo hacer una ruta que podéis recorrer a pie, en bicicleta o en coche y que atraviesa algunas de las aldeas más pequeñas de Ribeira de Piquín a través de un paisaje fantástico y con la tranquilidad y el silencio como acompañantes.

Cuando empiezo a diseñar rutas sobre el mapa, siempre voy buscando pistas, caminos y senderos que se alejen de las carreteras… Este trek es una excepción. Su trazado discurre al 99% por la carretera que envuelve el valle formado por el río Rodil. Pero claro, si os digo que en más de 2 horas de ruta me crucé solo con 3 coches (creo que dos de ellos eran el mismo coche en ida y vuelta), entenderéis que primara la posibilidad de disfrutar con calma de la arquitectura tradicional de estas aldeas y del paisaje de un entorno tan tranquilo.
Duración: 2-3h. 2h a ritmo de marcha y 3h a ritmo normal.
Lugar de inicio: Vilarpescozo, Ribeira del Piquin (Lugo), España.
Circular: Sí.
Dificultad: Baja.
Desnivel acumulado (m): 455.
Señalización: Solo hay que seguir la carretera y tomar los cruces principales a nuestra izquierda en el sentido de la marcha del track que tenéis en el siguiente apartado.
Track.
Nuestra Senda.
Las 7 de la mañana… Aún está amaneciendo mientras sigiloso comienzo a estirar junto a la reformada ermita que forma parte del conjunto de los Apartamentos Luna de Vilar. Mi idea es hacer una “marcha” (en torno a 5km/h) circular que me sirva también de entrenamiento y para eso, el firme por carretera de este trek es perfecto. A estas horas todo está aún más dormido de lo normal en esta tranquila comarca, así que podré disfrutar caminando entre el accidentado paisaje y detenerme a conocer los pueblos.

Lo primero que me recibe es la icónica imagen del valle que forma el río Rodil y que se pierde hacia Os Vaos, mi primer objetivo. Una buena cuesta para hacer piernas. Ayer dando un paseo me crucé con lo que a lo lejos parecía una comadreja. Llaneo ahora un poco y un saliente antes de una curva cerrada se convierte en el mejor mirador de la ruta (km 1,5). El río desciende desde el Monte das Corradas y envuelve la iglesia y el pueblo de Os Vaos.

Un sube y baja continuo, espesa vegetación que cubre la carretera y desemboco en Os Vaos, entrando por un puente al nivel del Rodil. Creo que solo dos casas están habitadas ahora mismo, pero son varios perros los que “me saludan” y “me invitan” a seguir mi camino, supongo que extrañados de que alguien pase por sus dominios tan temprano.

Saliendo de la aldea, me detengo a observar los montes que resguardan a Os Vaos. Paso de largo ante la desviación a Seoane y otra buena cuesta me deja enfrente de otro mirador, esta vez sobre Vilarpescozo. Estaré a unos 800 metros en línea recta, aunque de camino me quedan aún unos 4 km. Llego a Muxen (km 6).
Quizás por estar situada bastante alta, Muxen me llama especialmente la atención. Varias casas de piedra junto a restaurados hórreos de madera y con el fantástico paisaje por detrás de ellas, me permiten conseguir buenas fotografías.

Dejo Muxen y empiezo a descender aumentando un poco el ritmo y es que a ratos y ya despiertos, los mosquitos son un poco “cansinos”… Pronto paso por Os Cangos y antes de llegar a Vilarpescozo de nuevo, me encuentro un cartel que me indica una empinada rampa por una pista de tierra para ver una agradable sorpresa: el Muiño de Andrés junto a una pasarela que cruza el río Rodil.

Termino mi marcha cuando Vilarpescozo empieza a desperezarse en esta fresca mañana de agosto.
Galería.



