Ruta por las Torcas de los Palancares

Castilla-La Mancha / /  27 May 2020    May 2020
La caminata por las Torcas de los Palancares es una ruta sencilla al sur de la Serranía de Cuenca entre curiosas formaciones hundidas en la tierra y con un par de sorpresas en forma de pinos centenarios.

Monumento Natural.

En el Monumento Natural Palancares y Tierra Muerta destacan las 22 torcas que encontraremos dispersas en unos 6 kilómetros cuadrados. Cada una con un nombre popular distinto. Simplificando para los no entendidos (como yo), una torca es una depresión del terreno y su origen está en la erosión del agua sobre las rocas calizas. Y esto es «tierra muerta» porque el agua cae con abundancia pero «se cuela» en los acuíferos y no deja rastro de manantiales.

La Torca Larga es la más grande (1,27 hectáreas) y la de la Novia (0,35 hectáreas) la más pequeña y profunda. La del Lobo es la considerada más bella y también es inmensa, por lo que para poder captarla completa, tuve que hacerlo con una fotografía panorámica.

Panorámica de la Torca del Lobo

Las torcas tienen un gran valor paisajístico y geomorfológico y albergan sabinares y pinos singulares como el pino candelabro y el pino abuelo.

Pino El Abuelo

Cómo Llegar.

Las torcas están a unos 20 km de la ciudad de Cuenca. Si tomamos la N-420 en dirección a Teruel, nos tendremos que desviar pasado el pueblo de Mohorte. Después continuamos por una estrecha carretera unos 9 km y al llegar veremos una zona de aparcamiento cerca de la torca del Agua.

Lagunas de Cañada del Hoyo.

A unos 15 minutos de las torcas, en el paraje de Los Oteros, se encuentran estas torcas que contienen agua, siendo la Laguna de la Gitana la más conocida. En este artículo lo dejo como apunte interesante, pues una ruta por este singular lugar será parte de una próxima senda.

La Ruta.

Este paraje natural es bastante llano y en él se entrecruzan diferentes senderos lo que nos permite realizar un trek según nuestro interés y tiempo disponible. Podemos caminar realizando un pequeño paseo que nos lleve hasta la Torca del Lobo y después coger el coche para visitar la Torca de la Novia y los pinos Candelabro y El Abuelo. En el otro extremo, podemos hacer una ruta de hasta 14-15 km que nos lleve por todas las torcas y los pinos singulares.

Mapa de las torcas extraído del panel informativo

En el panel que encontraremos junto al aparcamiento principal, podremos ver un mapa y varios caminos propuestos (senda corta, media y larga). Yo tracé sobre este mapa una senda imaginaria que nos llevaría por lo que considero más interesante del lugar, pasando desde las torcas que están más próximas entre sí hasta la Torca Larga y desde ésta, tomando una pista recta que nos lleva a la carretera y donde podremos desviarnos un poco para ver los pinos, finalizando en el aparcamiento tras visitar la Torca de la Novia.

Distancia (km): 10.
Duración: 3h – 3h30.
Lugar de inicio: Aparcamiento principal del Monumento Natural Palancares y Sierra Muerta (Cuenca), España.
Circular: Sí.
Dificultad: Baja. El camino es sencillo. Se puede hacer con niños puesto que además podemos acortar o alargar la ruta lo que queramos.
Desnivel acumulado (m): 148. La senda no tiene apenas desniveles (solo alguna cuesta cuando caminamos entre las torcas).
Señalización: Hay varias señales que van indicando la ubicación de cada formación y paneles informativos con mapas y senderos recomendados.
Alternativas: Realizar cualquiera de las sendas “oficiales” (algo más cortas) del conjunto de las Torcas de los Palancares y Sierra Muerta, visitando el resto de la zona con el coche.
Destacado: Torcas del Lobo, de la Novia y Aliagosa. Pinos singulares.

Track.

Nuestra Senda.

¡¿Estamos cansados?! Lo cierto es que sí… 4 días caminando por la Serranía del Turia valenciana, antes de adentrarnos en La-Mancha, nos habían dejado un poco tocados y precisamente por eso el sencillo paseo por las torcas al sur de la Serranía de Cuenca era perfecto antes de volvernos a casa… Dejamos el coche, estudiamos brevemente el panel informativo que hay en el aparcamiento y empezamos a caminar hacia las primeras torcas siguiendo (por ahora) la Senda Larga.

No había buscado mucha información acerca de las torcas, por lo que no tenía muy claro cómo nos encontraríamos estas formaciones circulares imperfectas. Si serían totalmente abiertas, si se distinguiría perfectamente su estructura, si tendrían vegetación… Pronto pasamos por la Torca del Agua y salimos de dudas. Según la formación que observemos, ésta nos puede parecer (vista desde el borde) como una especie de barranco lleno de maleza y pinos que no deja ver el otro lado donde se cierra la estructura. No nos vendría mal un paseo en helicóptero para ver las torcas desde el aire, aunque no nos da el presupuesto y no me gustan los “drones” de los cuales tengo muchas dudas de su uso en parajes naturales como este. ¡Ah! Y están secas, sí, esto ya lo sabía, pues para ver torcas con agua tendremos que seguir el trayecto en coche hasta las Lagunas de Cañada del Hoyo, algo que dejaremos para una futura senda.

En todo caso, ya el tranquilo y cómodo paseo que estamos haciendo, en una zona deshabitada y resguardados entre el pinar, merece mucho la pena. Al pasar la Torca de la Escaleruela, llegamos a la Torca del Lobo y nuestra visita sube exponencialmente el interés. Esta formación sí puede verse perfectamente y nos cambia “el chip” de una perspectiva imaginaria a una más real de cara a visitar el resto de torcas. Sobre esta torca existe una leyenda cuya moraleja busca hacernos conscientes del respeto por la naturaleza. Resumidamente la historia podría contarse así: “Un tal Zacarías, andaba detrás de un lobo por estos parajes. El cazador hirió al lobo con uno de sus cartuchos y éste se resguardó en una cavidad de la torca. La noche y el frío cayó sobre Zacarías, pero antes de que el cazador pereciera, el lobo le invitó a resguardarse en su cueva. Desde entonces Zacarías dejó de cazar y se hizo amigo del lobo.”.

Tras leer la historia completa en el panel situado junto a la torca, decidimos rodearla para disfrutar de una perspectiva completa y después continuamos nuestro camino. Seguidamente vamos pasando por diferentes torcas (algunas de las cuales llevan el nombre de su descubridor): del Tío Agustín, del Sastre, de los Avellanos, del Tío Demetrio, del Pancho… En la Torca Aliagosa y tras unas cuantas subidas y bajadas, nos tomamos un nuevo respiro. No está entre las más famosas, pero por su estructura abierta y más uniforme, esta torca nos ha llamado más la atención. Continuamos pasando junto a las torcas Honda, de la Covacha y de la Zorra, hasta que alcanzamos la más grande: la Torca Larga (km 4,5).

Antes de que acabemos “entorcados” y dejemos de distinguir entre sí las torcas, dejamos este camino para por la derecha dirigirnos hacia la carretera. En el mapa del GPS me aparecen dos pequeñas torcas más: de la Perla y Lanilla. Aunque parece haber un sendero entre ellas, no lo veo muy claro y tras acercarnos a verlas como podemos (hay mucha maleza), volvemos a la pista principal y empezamos a caminar junto a la carretera que nos llevará de nuevo al aparcamiento.

Antes de terminar la senda, tres paradas “top” nos permitirán despedir la ruta con tres atracciones naturales: Pino El Abuelo, Pino Candelabro y la Torca de la Novia. El Abuelo se puede ver desde la misma carretera. Según nos vamos acercando, su imponente tronco se hace cada vez más grande respecto a los pinos que le rodean. Al empezar a darle la vuelta, podremos observar como el tronco se divide en dos desde la mitad del mismo. Para llegar al Pino Candelabro tenemos que desviarnos un poco más, pero también es fácilmente accesible. Como su nombre indica, las ramas de este pino se disponen como un inmenso candelabro, dándole una forma curiosa e incluso diría que divertida. De vuelta a la carretera y ya casi terminando la caminata, nos esperaba La Torca de la Novia, otra de las más bonitas y que parece ser al mismo tiempo la más pequeña y más profunda.

Dejando ampliar la visita hasta Cañada del Hoyo para otra ocasión, terminamos nuestra senda. Hacía tiempo que no veníamos a la Serranía de Cuenca y la “desmasificación” del lugar me ha recordado que tenemos que volver pronto, no solo para ver las Lagunas de Cañada del Hoyo, sino para indagar un poco más por el norte de la zona y sus rincones más remotos.

Galería.

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Autor entrada: Sergio

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