Cuzco o Cusco, es la ciudad más bonita de Perú, así que perderos por las calles en los alrededores de la Plaza de Armas, desde el mercado de San Pedro hasta el barrio de San Blas.
El templo de Koricancha merece la pena, sobre todo para empezar a enteder la cultura inca. Aunque os cueste 30 soles, os aconsejo que cojáis un guía oficial a la entrada para hacer la visita, os ayudará a apreciar mejor la perfecta arquitectura de lo que queda del templo. Nosotros no solemos hacerlo pero en este caso nos vino muy bien para situarnos. La entrada eran 10 soles.
Koricancha
A las ruinas de la parte alta de la ciudad se puede llegar andando, aunque se hace durillo. Pero solo las de Saksaywaman. No a las otras tres ruinas que hay y que entran en el boleto turístico. Para eso necesitas transporte (aunque a nosotros nos dijeron que no). Aún así nosotros llegamos a las de Quelquó y nos dio la sensación de que no había merecido la pena tanto esfuerzo.
En los sitios turísticos y en la Municipalidad de la ciudad venden el boleto turístico. A mi entender es muy caro y te obligan a comprarlo para visitar casi cualquier cosa. Si vais a Saksaywaman (lo que aconsejo) tendréis que comprar el boleto turístico completo o el dedicado a las ruinas (130 soles el primero, 70 el parcial). Si vais a ir en excursión al Valle Sagrado, entonces comprar el completo, porque lo necesitaréis en esa excursión.
MÁS IMÁGENES.
Calle de CuzcoSaksaywamanVistas de Cuzco desde Saksaywaman
NUESTRA SENDA.
Bus nocturno de Arequipa a Cuzco. Como siempre muy moderno, con sistema Android personal para cada pasajero. Teníamos cena vegetariana y nos ponen pollo, debe ser una nueva forma de verdura…El caso es que nosotros solo queríamos dormir y la azafata prepara un bingo entre los pasajeros, madre mía que de números. Por fin se calla.
Llegamos a Cusco a las 6 de la mañana. Nos tenían que venir a buscar del hotel, pero no aparecen. Cogemos un taxi. Comienza el día en Cusco. El día más difícil del viaje. Yo me encuentro mal del estómago y Vir está cada vez más nerviosa, al día siguiente empieza el camino inca y no estamos en las mejores condiciones. Para evadirnos un poco, vamos a visitar el templo de Koricancha, donde quedamos impresionados por las construcciones incas. El templo es ahora el convento de Santo domingo. Después vamos a la agencia del camino inca para ir terminando los preparativos. Lejos de tranquilizarse, Vir se pone más nerviosa, nuestro Tour será privado, 3 porteadores, 1 cocinero y 1 guía para nosotros solos. Vir tenía la esperanza de que el sufrimiento que pasaría en el durísimo segundo día del camino fuera compartido. Yo tranquilo, sé que todo irá bien en cuanto empecemos a andar el camino…
Plaza de Armas por la noche
Seguimos paseando por Cusco. Es la ciudad más bonita de Perú. Compramos algo más de abrigo en el local mercado de San Pedro. Pasamos por la plaza de Armas y comemos algo ligero antes de empezar a subir a las ruinas de lo alto de la ciudad. Cremas de verduras, arroz, lomo, pollo, yuca, quinua, palta, papas…En este país se come muy bien por poco más de tres euros, incluso por bastante menos si sabes buscar. Después de comer, comenzamos la subida al centro arqueológico de Saqsaywaman. Impresionantes piedras de más de cien toneladas una sobre la otra. ¿Cómo las llevaron y pusieron ahí?
La subida a las ruinas, desde donde se ve toda la ciudad del Cusco, es dura, pero estamos calentando para mañana y seguimos hacia otro yacimiento. Nos habían dicho que el resto de ruinas se pueden alcanzar a pie. No es cierto. Volvemos a la ciudad. Vamos a la agencia de nuevo y conocemos a Edson, nuestro guía que tendrá que soportarnos los próximos cuatro días. Paseo por el centro iluminado hasta el barrio de San Blas, donde está nuestro hostal. Cerramos con cena para calmar los nervios. Croquetas de yuca, crema de espárragos y pollo con arroz. Mañana a las cinco tocan diana y empieza lo bueno.
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