20 lugares imprescindibles de Túnez

Recopilaciones, Túnez / /  31 Mar 2019    Ago 2019
Túnez guarda muchas joyas desconocidas. Os invito a dar una vuelta por lugares top de este sorprendente país.
Atardecer en el desierto de Douz

Uno de nuestros mejores viajes fueron los 15 días de unas diferentes navidades que pasamos en Túnez. Con un coche de alquiler, empezando y terminando en la capital, siguiendo los pasos de los escenarios de Star Wars, visitando los importantes vestigios romanos que quedan por todo el país, pasando la noche en hoteles con un nivel muy por encima de la media que acostumbramos, divirtiéndonos a pie o en quad por las dunas del desierto, riéndonos a carcajadas con los amigos que nos acompañaron, paseando por las medinas (barrios/centro) de las ciudades más importantes y bebiendo del conocimiento de una cultura tan distinta… En definitiva una senda inolvidable.

Mapa de ruta.

En este mapa podéis ver la ruta principal que seguimos con nuestro coche de alquiler y los diferentes lugares que visitamos.

A modo de guía breve y por orden según nuestro itinerario, os voy a enumerar en este post los lugares más destacados que visitamos durante nuestro viaje.

1. El Anfiteatro de El Djem.

Sin palabras nos quedamos cuando vimos este coliseo. Es el tercero más grande del mundo y sí, está en Túnez. En un estado de conservación bastante aceptable y dominando todo el horizonte que le rodea, para nosotros su mayor atractivo fue poder recorrerlo con poco más de 10 turistas (versus los 10000 que te encuentras en un día normal en el Coliseo de Roma). Más información en este artículo de Sendas de Viaje.

2. Metameur.

Una breve parada en Sfax y un fugaz paso por la Isla de Djerba donde visitamos la Sinagoga Griba y la fortaleza Houm Souk, y pusimos rumbo a lo que era la gran aventura que esperábamos, el sur y el interior desértico de Túnez.

Antes de llegar a la puerta del interior que simboliza la ciudad de Tataouine y los pueblos fortificados de los alrededores, merece la pena parar en Metameur para empezar a conocer los ksour (plural de ksar), esto es, construcciones usadas por los bereberes para almacenar grandes cantidades de grano. Están formadas por pequeñas habitaciones abovedadas y apiladas que se conocen como ghorfas. Alguna vez se usaron como vivienda y hoy están o expuestas o abandonadas o puede que incluso usadas como alojamiento.

3. Chenini.

Visitamos tres pueblos bereberes de montaña que encontramos cerca de Tataouine: Douiret, Guermassa y Chenini. Los tres están muy cerca entre sí y tienen en común que la parte antigua situada en la parte más alta de la montaña está prácticamente en ruinas y/o abandonada. El que más nos gustó fue Chenini, un ksar fortificado con algunas casas excavadas en la roca y dispuestas en forma de terrazas, algunas aún en uso.

4. Ksar Ouled Soltane.

El ksar más bonito que visitamos (ha sido restaurado), con dos patios grandes y ghorfas amontonadas hasta en 4 pisos. Fue uno de los cuadros con los que me quedo de nuestro paso por Túnez.

Aquí se rodó escenas de Star Wars episodio I. Como he comentado antes, algunos ksour han sido reconvertidos en alojamientos y después de visitar Ouled Soltane, nosotros dimos un paseo por el Hotel Ksar Hadada.

5. Matmata.

Otro de los «must» del sur de Túnez. Las casas trogloditas de Matmata son construcciones excavadas en la montaña con un gran patio central que les hacen parecer pequeñas torcas. Hoy en día son principalmente un curioso reclamo turístico más que viviendas en sí.

Nosotros visitamos el hotel Sidi Diris donde se filmaron escenas de Star Wars episodio IV (es la casa de Luke). Y después, Jesús, un chico que pasaba en moto a nuestro lado, se hizo rápidamente amigo nuestro para por una pequeña propina, enseñarnos por dentro y por fuera una de las casas de su familia.

6. Ksar Guilane.

Con el depósito lleno y tomando una carretera infinitamente recta, llegaríamos más al interior que nunca en Túnez para dormir en unas tiendas de lujo y vivir una experiencia en pleno Sáhara. Después de un paseo en camello al antiguo cuartel francés en ruinas, nos divertimos tirándonos y rebozándonos duna arriba y duna abajo.

Igual que hemos sentido en otros lugares como Egipto o Nasca (Perú), el punto cumbre llega cuando anochece y puedes observar el cielo más estrellado que has visto nunca.

7. Douz.

Dejamos Ksar Guilane tras un bonito amanecer y tomamos dirección Douz. Tras tomar la carretera principal, nos paran un par de policías. Vir no les entiende muy bien, pero mis escasos recuerdos de francés de la EOI me permiten captar que quieren que llevemos a uno de ellos hasta Douz. Como para decir que no… Entretenemos a nuestro nuevo amigo con música rock española y al rato nos vuelve a parar la policía, esta vez desconfío de sus intenciones, pero al ver a nuestro pasajero extra, una media sonrisa y ¡sigan!

El policía nos indica donde está el centro de Douz. Medio planeado y con un poco de suerte, nuestro paso coincide con día de mercado. Teníamos muchas ganas de ver este mercado que recuerda a los que se hacían en los pueblos de España décadas atrás. Un montón de camionetas delimitan una plaza improvisada y la gente empieza a negociar por dromedarios, cabras y ovejas.

Pero nuestra parada en Douz realmente escondía un deseo más simple: descansar. En un hotel con piscina cubierta y una gran habitación ¿para qué íbamos a movernos más después de tantos kilómetros conduciendo? Pero ¿solo descansar? Mi síndrome de hiperactividad viajera detectó la zona desértica junto al hotel con la posibilidad de hacer una excursión en quads. Además, aprovechamos y volvimos después para ver el atardecer. Día completo en Douz.

8. Chott el DJerid.

Muy temprano dejamos Douz para atravesar otro lugar bucólico, uno de los paisajes más bonitos que hemos visto nunca. Podéis encontrar más información sobre este lago salado en este post de Sendas de Viaje.

9. El Lagarto Rojo.

El Lezard Rouge es un antiguo tren francés entregado a Túnez y que nos permitió disfrutar de un bonito viaje entre las poblaciones de Metlaoui y Redeyef con vistas al cañón de Seldja.

10. Oasis de Montaña.

Caminando por Chebika

Tras disfrutar del paseo en tren, comenzamos un recorrido por los oasis de montaña, de los cuales el más espectacular es el de Chebika. Chebika es un oasis tal y como lo imaginamos de los dibujos animados. El segundo es Tamerza, pero de la vieja ciudad de Tamerza solo quedan las casas de adobe. Por último, no está nada mal las vistas del Cañón de Mides en el oasis del mismo nombre.

Cañón del Mides

11. Tozeur.

Esta ciudad es la capital de los oasis. Tras pasar una Nochevieja celebrada con 12 trozos de pastel (a falta de uvas), por la mañana temprano, nos dejamos perder por su laberíntica Medina. Visitamos el museo «oficial» tradicional Dar Cherait.

Medina Tozeur

Sin embargo, la experiencia más bonita nos la llevamos al tropezarnos con un pequeño museo dentro de la medina que regentaba una chica y que de forma personalizada, con explicaciones entre el francés y el inglés, nos fue contando durante cerca de una hora los oficios y las diferentes artes y tradiciones de su pueblo. Incluso nos vistió para la ocasión y nos brindó unos cantes típicos de boda para casarnos a su modo y nosotros tan contentos 🙂 .

12. Palmeral Ibn Chabbat.

Entre Tozeur y Nefta se encuentra este impresionante palmeral dedicado al matemático Ibn Chabbat y que pudimos recorrer a nuestro aire.

13. Parque arqueológico de Sbeitla.

Sbeitla es una de las «villas de oro» del África romano-bizantina. Estas ruinas, con algunas partes muy bien conservadas, fueron nuestra primera parada en el viaje que poco a poco nos llevaría de regreso a la costa oriental de Túnez.

14. Medina de Kariouan.

Un pequeño cambio sobre la marcha en nuestros planes para poder encajar una visita a Dougga, nos hizo dar un pequeño rodeo y parar en Sousse y Monastir, poblaciones costeras turísticas de Túnez, antes de pasear por la imprescindible y colorida Medina de Kariouan, para después seguir rumbo al interior-norte del país.

15. Dougga.

Dougga fue colonia romana hacia el siglo II y es simplemente una de las villas más espectaculares del Mediterráneo. Es uno de los sitios arqueológicos más impresionantes que hemos visitado nunca. Así que al fin y al cabo, el desvío en nuestro plan original de viaje mereció la pena.

Apuntar que antes y después de parar en Dougga, como íbamos bien de tiempo, visitamos también respectivamente los sitios arqueológicos de Makthar y Bulla Reggia.

16. Parque Nacional de Ichkeul.

Tras pasar la noche en Tabarka (donde en algún momento soñamos con bucear pero estaba claro que no iba a ser en estas fechas), hicimos una pequeña ruta en este fantástico parque nacional. Quizás nadie se espera que este paisaje tan verde esté aquí, pero el caso es que estábamos solos… ¿Solos? Me acerqué un poco al lago y la mirada penetrante de un búfalo de agua me dijo que mejor siguiera mi camino y yo como estaba en su casa, le hice caso 😉 .

17. Cartago.

Tras una visita a la ciudad de Útica, no podíamos irnos sin visitar este sitio tan lleno de historia. Eso sí, hay que anotar que por el estado de conservación y el entorno más urbano no fue el lugar arqueológico que más nos gustó.

18. Sidi Bou Said.

Este pequeño pueblo costero muy cerca de la capital con sus comercios y sus puertas coloreadas por el azul y el amarillo, es el lugar perfecto para relajarse por la tarde, tomar un té y olvidarse un buen rato de hacer turismo.

19. Museo Nacional del Bardo.

Vir tenía especial ilusión por visitar este museo «rey de los mosaicos». Alguna de las salas estaba cerrada por obras… ¿Cerrada? Algún que otro vigilante aprovechaba para convencer a los turistas de entrar en las salas «extras» a cambio de una propina superior al precio de la entrada, nosotros desistimos pero está claro que la pillería por «hacer el agosto» es universal.

20. Medina de Túnez.

No podemos irnos de Túnez sin visitar las ajetreadas y comerciales callejuelas de su medina, así como alguna de las pocas mezquitas que podremos encontrar abiertas al público.

La simpática anécdota la tuvimos la última noche del viaje que cenamos en un buen restaurante en el centro de la medina. Al salir del mismo, no había nadie en la maraña de callejuelas que forman el centro histórico de Túnez. Solo un señor con un farol que nos hizo una señal para que le siguiéramos. La cómica situación nos presentaba a nosotros, en procesión, siguiendo a un señor con un gran farol, a paso de tortuga y sin saber a donde nos llevaba… Pero sí, nos ayudó a salir del laberinto y gracias a él no nos quedamos en la medina para siempre 😉 .

Acerca de.

Con este post inauguro mi lista del baúl de sendas, o lo que es lo mismo, itinerarios y rincones de viajes que hemos realizado antes de que el proyecto de Sendas de Viaje estuviera a pleno rendimiento. Son lugares que o bien nos han marcado profundamente o bien nos habéis pedido que plasmáramos en el blog para ayudaros en vuestras futuras sendas.

Este artículo está dedicado a Jose (siempre será «Pimpi» para nosotros) por los buenos momentos que nos hizo pasar durante el viaje.

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Autor entrada: Sergio

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2 thoughts on “20 lugares imprescindibles de Túnez

    José Maria

    (5 abril, 2019 -23:44)

    Viaje inolvidable. Pimpi en su mejor momento!!!

      Sergio

      (5 abril, 2019 -23:52)

      Sin duda! 20 lugares imperdibles y 200 anécdotas inolvidables…

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