En Garcibuey se ha dado forma a una original idea que nos permite visitar de forma diferente La Sierra de Francia. Arte callejero en forma de singulares murales se fusionan a la perfección con la arquitectura tradicional de la comarca.
El Viaje.
Creo que fue en el periódico El Norte de Castilla y de pura casualidad, en el que encontré un artículo sobre Graffitibuey. Me pareció una idea bastante original y me apunté mentalmente la visita para nuestro siguiente viaje por la Sierra de Francia.
Garcibuey.
Este municipio salmantino se encuentra en la comarca de la Sierra de Francia y cuenta con algo menos de 200 habitantes. Ubicado próximo a otras interesantes poblaciones como Villanueva del Conde, Sequeros o Miranda del Castañar, Garcibuey es un pueblo tranquilo en el que podremos disfrutar de un agradable paseo.
Ya desde la misma Plaza de la Constitución, donde podemos aparcar el coche, tendremos oportunidad de observar las tradicionales fachadas de las casas serranas.
Como el resto de pueblos del entorno, Garcibuey está rodeado por bosques de castaños, robles, madroños y cultivos frutales con olivos, cerezos y ciruelos. Algún ciervo o jabalí es posible también divisar en los alrededores.
Graffitibuey 2019.
En el año 2019 se realizó la primera edición de este evento que derivó en la creación de una veintena de fantásticos murales pintados por artistas españoles y de otras partes del mundo.
Arte urbano en el medio rural. Así de simple y de excepcional al mismo tiempo. Pues este singular proyecto va más allá de pintar unos graffitis profesionales en un pequeño pueblo serrano. Gracias a estas llamativas obras de arte, se ha puesto a Garcibuey en el mapa y son muchos los visitantes que se han dejado caer por aquí.
En marzo de 2020 fue suspendida la siguiente edición a causa de la situación sanitaria derivada del Covid. Estaremos atentos si se reactiva en el futuro.
Nuestra Senda.
En un avanzado verano de 2020, desescalando poco a poco nuestros viajes, volvimos a dejarnos caer por el Parque Natural de las Batuecas – Sierra de Francia, uno de nuestros espacios naturales favoritos.
Estaba apretando el calor más que de costumbre, así que decidimos venir a Garcibuey al atardecer de un día laborable. Aparcamos en la misma plaza y empezamos a pasear sin rumbo fijo.
Nos orientamos al pasar junto al primer graffiti. Es una mariposa junto a un papel que contiene un código QR que da acceso a una mini aplicación móvil con un mapa de los murales. Perfecto, más fácil imposible, así que empecemos a deleitarnos con la magia de los artistas que han dejado por aquí su huella en estos impresionantes murales.
Vamos con nuestra peque de 16 meses que por el ritmo al que avanza, camina como si tuviera alguno más. Con sus pequeñas gafas de sol es la atracción de los oriundos que nos saludan desde la entrada de sus casas.
Andamos al este primero y una vez pasada la iglesia, al sur del pueblo después. Descendemos hasta donde está el sendero que lleva en poco más de 2 kilómetros hasta Villanueva del Conde.
Tras ver estos murales en la parte baja del pueblo, vamos ascendiendo de nuevo a la parte alta, pasando junto al frontón donde está uno de los dibujos más impresionantes. El calor se empieza a hacer un poco incómodo, pero no nos impide ver casi todos los graffitis.
Garcibuey es un pueblo pequeño. Está bien llevar el mapa para ubicarse y orientarse de donde se encuentran los murales, pero lo mejor es dejarse perder por las calles e ir descubriendo los graffitis en plan sorpresa.