Paseo por un conjunto monacal histórico, en el centro del Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, cerca de Dublín y situado en un paisaje pleno de naturaleza.
Itinerario >> Días 0 y 1 de nuestra senda por Irlanda
Día 0: llegada y noche en albergue Abbey Court Hostel de Dublín donde dejaremos las mochilas grandes en consigna durante 3 días.
Día 1: llegada a Glendalough. Antes de comenzar The Wicklow Way (ver siguiente post), haremos una ruta y visitaremos las ruinas.
Glendalough.
Al este de Irlanda y en pleno Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, este precioso lugar es una de las joyas más preciadas del país. El monasterio fue fundado por San Kevin en el siglo VI y se convirtió en uno de los grandes centros de enseñanza cristiana. Sufrió varios saqueos a lo largo de su historia tanto por parte de los vikingos como de los ingleses. En el siglo XIX fue restaurado. Entre los edificios más curiosos encontraremos la torre cilíndrica de treinta y tres metros de altura o la catedral que solo conserva su estructura en los laterales.

Glendalough significa «el valle de los dos lagos». Los lagos inferior y superior (que hace miles de años formaban un único lago) son dos de los puntos paisajísticos más interesantes. La mayor parte de los senderos que rodean este conjunto natural son fáciles de recorrer y bastante accesibles.

No es probablemente Glendalough una parada muy común para los turistas extranjeros que visitan Irlanda… Pero para nosotros fue el perfecto punto de partida de nuestro viaje y más concretamente de nuestras tres etapas a pie que nos llevarían hasta Dublín a lo largo de The Wicklow Way.
Cómo llegar.
Glendalough se encuentra a unos 50 km al sur de Dublín. Un número importante de viajeros llega a Irlanda por su capital y toma un coche de alquiler para recorrer la isla, por lo que si disponemos de vehículo propio, no será difícil llegar hasta aquí y dejar nuestro transporte particular en uno de los amplios aparcamientos.
Pero nuestro caso era un poco más complejo y necesitaba de transporte público, puesto que llegaríamos hasta aquí desde Dublín para volver después a la ciudad a pie tras tres días de caminata y por tanto alquilar el coche antes de terminar la senda por etapas no tendría mucho sentido. Busqué varias alternativas y quizás la más lógica era tomar un autobús desde Stephen´s Green Court en Dublín hasta el mismo centro de visitantes de Glendalough. El problema para nosotros es que llegaría a las 12.50, demasiado tarde para poder visitar el conjunto y seguir de viaje a pie hasta Oldbridge donde pasaríamos la noche.

Finalmente, nuestra propia alternativa fue coger un tren desde Dublin Connolly hasta Rathdrum que llegaría a las 10.50. Rathdrum es una pequeña localidad en la que pudimos comprar algo de comer en un supermercado. Para ir a Glendalough desde aquí, situada a 13 km de este lugar, contacté con la empresa Wicklow Way Bus Service, pero días antes me comentaron que ya tenían un servicio para ese día, así que decidimos buscar algo sobre la marcha. En una pequeña oficina de turismo (tan pequeña que era una casa prefabricada) de Rathdrum, nos consiguieron tras varios intentos, un taxista que por fin nos llevaría a nuestro destino.
La Ruta.
La ruta que hicimos parte del aparcamiento principal, bordea los dos lagos (inferior y superior) y alcanza una antigua villa minera. De vuelta, junto al lago superior, nos desviamos para acercarnos hasta una cascada y ya de regreso visitaremos el conjunto monacal.
Junto al centro de visitantes (inicio y final de nuestro paseo) hay una estupenda pradera para poder hacer picnic.
Duración: 2-3h.
Lugar de inicio: Centro de visitantes de Glendalough (condado de Wicklow), Irlanda.
Circular: Un tramo circular y otro lineal.
Dificultad: Baja.
Desnivel acumulado (m): 200.
Señalización: Hay postes informativos en los cruces. Los caminos son anchos y bastante intuitivos.
Alternativas: Después de la antigua villa minera, se puede continuar de frente y hacer la senda totalmente circular, para lo cual necesitaremos al menos 1-2 horas más, al aumentar también el desnivel. Nosotros no lo hicimos, pues después de comer nos esperaba una importante caminata a lo largo de The Wicklow Way.
Destacado: Conjunto histórico, lagos.
Track.
Nuestra Senda.
Nos hemos levantado en nuestra minúscula habitación del albergue de Dublín en el que hemos pasado nuestra primera noche en Irlanda. Hemos dejado las mochilas grandes en la consigna y cogido cada uno la mochila «de mano» de 30 litros que será más que suficiente para pasar tres días. Tras un pequeño desayuno, hemos comprado algo de fruta en una tienda y hemos llegado a la estación de tren de Dublín Connolly. Los billetes los compré hace unos días y tenían hasta nuestro nombre puesto en los asientos. Bastante eficientes.

El viaje en tren es corto pero se me hace eterno debido a los dolores que arrastro en mi rodilla derecha (que para colmo es mi rodilla «buena») desde que me lesionara semanas atrás con la bicicleta. No dejo de pensar que tal responderá en un viaje tan centrado en practicar senderismo. Al llegar a la estación de Rathdrum, creo que somos los únicos que nos hemos bajado… Hemos caminado un poco al centro del pueblo y aunque nos ha costado, en la mini-oficina de turismo nos han conseguido un taxi que ha tardado una hora en llegar. Hemos aprovechado el tiempo restante para comprar la comida y la cena para hoy.
¡Llegamos a Glendalough! Son más de las 12 de la mañana y tenemos unas ganas locas de movernos. Empezamos a caminar desde el centro de visitantes en dirección al lago inferior por unas pasarelas de madera. El paisaje del valle es precioso. Al llegar al lago superior, tenemos quizás la mejor panorámica de la ruta.
En el viejo poblado minero donde nos daremos la vuelta, nos damos un respiro y nos hacemos (para variar) alguna «autofoto» (que no selfie) haciendo el tonto. Estamos contentos, especialmente feliz estoy yo, porque parece que al entrar en calor y tras decenas de estiramientos, las rodillas responden. De regreso, hemos subido hasta una cascada y continuando por una pista que bordea el lago inferior por el lado contrario que tomamos al comienzo de la senda, hemos disfrutado de las ruinas del conjunto monacal. Aunque este viejo poblado haya quedado deteriorado con los años, el emplazamiento le da un toque especial bastante bucólico.
En unas mesas de picnic junto al centro de visitantes y disfrutando del sol (sí sol en Irlanda 🙂 ) hemos comido unos bocadillos y algo de fruta, con la cabeza ya puesta en la siesta ¡No! En comenzar The Wicklow Way.
Galería.



