Infinitas praderas, grandes saltos de agua, miradores espectaculares, valles y montañas… El Alto Asón tiene rincones de sobra que ver y disfrutar para perderse en un viaje diferente por la Cantabria interior.

El Viaje.
Teníamos muchas ganas de perdernos unos días por esta comarca interior de la Cantabria oriental. Una zona que linda con el País Vasco y que está aún por descubrir para muchos viajeros.
En este artículo os voy a resumir algunas de las actividades más interesantes que hicimos durante nuestro viaje y en el apartado Nuestra Senda, tenéis un plan de ruta para recorrer los miradores más interesantes del Alto Asón en un día.
El Alto Asón.
El Alto Asón es una mancomunidad formado por los municipios de Ampuero, Arredondo, Ramales de la Victoria, Rasines, Ruesga y Soba. Este organismo tiene como objetivo principal la dinamización turística de la comarca. Lo cierto es que atractivos para los visitantes no les faltan 🙂 .

Senderismo.

Tomando Rasines como punto de partida, hicimos en los alrededores un conjunto de rutas a cada cual más espectacular:
- Cueva del Valle. En el mismo Rasines, un paseo imprescindible que gustará a grandes y pequeños.
- Nacimiento del río Asón. Una ruta clásica en el Parque Natural de los Collados de Asón.
- Canal Honda. También en el parque natural, estamos ante una de las rutas más sorprendentes de España.
- Ojos del Diablo. Saliendo de la comarca hacia la costa más cercana, nos encontramos con una impresionante ruta costera.

Alojamiento.
Una de las razones para disfrutar especialmente nuestro viaje fue «toparnos» con La Posada de Ojébar. Este es un alojamiento rural excepcional, bastante nuevo, con productos propios de la huerta y en un emplazamiento único.

Dividido en dos posadas, con una piscina con vistas a la montaña y un restaurante de categoría, este hotel de la localidad de Ojébar (municipio de Rasines) es el sitio perfecto para pasar unas completas vacaciones.

Además de poder desplazarnos fácilmente por los lugares de interés del Alto Asón, tenemos la playa de Laredo a poco más de 20 minutos en coche.
Nuestra Senda.
Nuestro recorrido contiene algunos de los puntos de interés y miradores más importantes de la comarca para pasar una jornada completa a lo largo de un itinerario circular entre los valles de Asón y Soba.
Santuario de la Bien Aparecida.
Durante nuestro primer día de viaje por la Cantabria oriental, la región nos recibió con una lluvia a cántaros. Decidimos por tanto subir hasta el importante santuario localizado a 5 kilómetros de Ampuero.
Es tradición hacer el peregrinaje y ascender estos 5 kilómetros a pie desde el pueblo. Como en otras carreteras de Cantabria por la que pasean los oriundos, el arcén está pintado y resaltado para indicar el paso a los peatones y mejorar su seguridad.
Se cuenta que La Bien Aparecida se apareció a unos niños pastores en agosto de 1605 y ahora, el día 15 de Septiembre se celebra la gran fiesta en su honor.
La arquitectura de este edificio religioso es sencilla en el exterior. En el interior destacan los retablos. Junto al santuario hay un bonito mirador que en nuestro caso nos enseñó un poco de Ampuero y un mucho de las nubes que estaban cubriendo la comarca.
Ermita de Socueva.
Elegimos un día que amaneció espléndido en el Alto Asón para seguir con la vuelta por la comarca. Nuestra primera parada fue la curiosa Ermita de Socueva.
Pasado Socueva, barrio al que se llega desde Arredondo, hay una pista que se puede hacer caminando o teniendo cuidado con el coche. Desde el final de esta pista, hay un sendero estrecho de unos 200 metros que sube hasta este singular lugar. Desde aquí tenemos la vista opuesta al Mirador de los Collados de Asón.

La Ermita está enclavada en la roca, tiene un pequeño porche por fuera, pero la parte del fondo es interior a la pared. Esta Ermita de San Juan de Socueva se considera por sus características una ermita semi-rupestre.
Es un rincón precioso de acceso libre que os recomiendo visitar. Pero… ¡Ojo! Preguntad en el Ayuntamiento de Arredondo puesto que cuando hemos ido nosotros no se podía pasar dentro por riesgo de derrumbe y a la espera de licitar obra por Patrimonio.
Mirador del Nacimiento del río Asón.
Antes de llegar al pueblecito de Asón, paré en una granja que había visto (el día que volvía de ruta por Canal Honda) que tenía avestruces. Un pasatiempo perfecto para la peque.

Pasado el barrio donde se inicia la ruta al Nacimiento del Asón, empezamos a subir por la carretera. En medio de unas revueltas de gran pendiente aparece el mirador al nacimiento o lo que es lo mismo, la panorámica a la cascada de Cailagua. Un impresionante salto de 70 metros que en nuestro caso (principios de agosto) era más bien un bonito chorro.
Mirador de los Collados de Asón.
Ya arriba, en el puerto, se puede observar el espectacular valle que deja a su paso el Asón en este tramo.

Unos metros después del mirador hay un gran aparcamiento que «mira» hacia el otro lado del valle. Hacia Gándara.
Nacimiento del río Gándara.
Este fue nuestro idílico paraje para comer. Tardamos un poco en encontrarlo, hasta que vimos la indicación pasado el Centro de Interpretación del Parque Natural de los Collados de Asón. Hay un pequeño aparcamiento a unos 100 metros del lugar.

Es un amplio rincón verde con algunas mesas para hacer picnic. Nosotros nos echamos sobre una manta y dejamos corretear a la peque a sus anchas. Junto a los pequeños y preciosos saltos de agua que realiza este afluente del Asón en su inicio, hay un antiguo molino harinero reconvertido en un centro de reproducción de truchas.

Mirador de Gándara.
Cerca del Centro de Interpretación y junto a otra área recreativa se encuentra este mirador. Famoso por sus vistas sobre las cascadas que forma el río y por ser un “mirador en el aire”, lo que le da un punto más divertido a la observación panorámica.
Mirador de Aja.
Ha empezado a caer un chaparrón enorme que nos ha hecho salir casi corriendo del Nacimiento del Gándara y pasar de puntillas por el mirador. Pero parece que escampa (a ratos) y decidimos desviarnos un poco de la ruta circular para llegar hasta Aja.

A la entrada de este pueblecito hay una zona para dejar el coche. Desde aquí caminaremos siguiendo las indicaciones hasta llegar al Mirador de Aja. A las afueras del pueblo y en lo alto, donde se encuentra ubicado este observatorio, tendremos unas vistas privilegiadas de todo el Valle de Soba.
Mirador de Covalanas.
De vuelta al itinerario principal, la carretera que continua hacia Ramales, pasando Veguilla o Regules es preciosa e invita a ir despacio (y también invita a «decelarar» que se ha dormido la peque y hay que aprovechar 😉 ).
Antes de llegar a Ramales de la Victoria subimos hacia la Cueva Covalanas. Una de las cuevas más importantes e interesantes de Cantabria que visitaremos en otra ocasión. Junto a la misma, bajando un poco por una pista de tierra hay otro bonito mirador con vistas al Pico San Vicente y a Ramales de la Victoria a nuestros pies.

En este mirador nos quedamos un rato para escuchar el silencio y pensar en las próximas visitas por la comarca.
Mapa de ruta.