¿Qué ver y hacer 4 días en la zona más conocida de Asturias? En este post os dejo unas pinceladas de lugares que no debéis perderos… Especialmente útil si es vuestra primera vez en el “Paraíso Natural”.

El Viaje.
Si la Sierra de Guadarrama es mi hogar, Asturias es mi segunda casa. Como la mayoría de viajeros, mi primer acercamiento a esta tierra fue a los pies de los Picos de Europa, más concretamente en Cangas de Onís y sus alrededores. Es aquí donde estableceré el punto de partida para todas las visitas que os voy a enumerar en este artículo.
Para mostraros esta propuesta de itinerario, he rescatado fotografías del baúl de sendas, puesto que mis últimas rutas asturianas se han centrado en otros parques naturales del interior (Somiedo, Redes, Fuentes del Narcea, Ubiñas-La Mesa)…
Día 1: Los Lagos de Covadonga.
Probablemente el rincón natural más popular de Asturias y uno de los que alberga mayor carga simbólica, además de ser una cima mítica de La Vuelta Ciclista a España.
Tal es la popularidad del Lago de Enol y del Lago de la Ercina que en época estival y festivos como Semana Santa se cierra el tránsito a los vehículos privados en el comienzo de la ascensión al puerto de montaña. Si viajáis en este periodo, debéis dejar el coche en uno de los aparcamientos habilitados en torno a Covadonga y subir en autobús. O bien, madrugar bastante y llegar antes de las 8.30 que es cuando cierran el paso. En nuestra última visita lo hicimos así, llegamos al pie de puerto en torno a las 7.45 de la mañana y subimos con nuestro coche (porque era la única forma de poder subir con nuestro perro), a cambio del madrugón, la visita a esas horas de los lagos acompañados únicamente de la neblina y algún que otro senderista despistado, no tiene precio.

Una vez arriba, además de acercaros a los diferentes miradores y a las Minas de Buferrera, os recomiendo dar la vuelta a los lagos siguiendo la senda PR-PNPE 2, un camino de unos 5 km precioso que podréis acortar a solo 3, si no queréis/podéis completarlo.
De regreso, deberéis hacer la parada obligatoria en la Basílica de Santa María la Real de Covadonga. Y por último, podríais terminar la jornada dando un paseo por Cangas de Onís para entre otras cosas, haceros unas cuantas fotos en el puente romano

Día 2: Lastres y el Parque Jurásico.
En el concejo de Colunga y en un emplazamiento fantástico cerca del mar, se encuentra el MUJA (Museo Jurásico de Asturias). Hace ya unos 10 años que nosotros lo visitamos y desde entonces las exposiciones han aumentado considerablemente. Me parece una visita especialmente divertida e interesante… Pero para que ésta sea completa, una vez hayáis aprendido todo sobre los dinosaurios en el museo, deberéis seguir el viaje por «La Costa de los Dinosaurios» a la caza de huellas. Este tramo es una parte del litoral asturiano entre Gijón y Ribadesella en el que pueden visitarse nueve yacimientos de icnitas de dinosaurios.

Y durante vuestro viaje no olvidéis dar un buen paseo por el precioso pueblo costero de Lastres. Esta localidad empinada sobre el mar se hizo famosa hace unos años porque en ella se rodó la serie de televisión Doctor Mateo.

De regreso al interior, tomando la carretera AS-260, parad en el Mirador del Fitu, una de las panorámicas más conocidas de toda Asturias. En días despejados el mar a un lado y los Picos de Europa a otro… ¿Se puede pedir más?
Día 3: Descenso del Sella.
Aunque han pasado ya unos años (tenemos pendiente repetir), una de las experiencias más divertidas que recuerdo en esta zona de Asturias fue realizar el descenso del río Sella en canoa. Nos llevó toda una mañana llegar desde Arriondas (donde comenzamos nosotros) hasta las inmediaciones de Ribadesella, eso sí, tomándolo con bastante calma y disfrutando del recorrido. Hay varias empresas de aventura que os facilitarán poder hacer el descenso.
No hace falta que sea en piragua, pero no dejéis de llegar hasta Ribadesella y dar un paseo por esta localidad costera, uno de los pueblos con el paisaje más espectacular de Asturias.

Cerca de Ribadesella encontraréis la Cueva del Tito Bustillo, uno de los conjuntos rupestres más importantes del arte paleolítico a nivel mundial. Existe un Centro de Arte Rupestre como interpretación de la cueva, la cual se puede visitar parcialmente (aunque no todo el año) y si tenéis pensado hacerlo, lo mejor es que reservéis con antelación.
Para lo que no necesitaréis reserva, es para conocer los espectaculares Bufones de Pría (en la localidad de Llames de Pría). ¿Y qué es un bufón? Pues una formación (agujero) junto a un acantilado que en su parte inferior se comunica con el mar, de esta forma, cuando la marea sube y las olas rompen, sale por el bufón una ráfaga de agua que puede alcanzar una altura más que considerable. Solo por contemplar el paisaje que forman estos acantilados, merece la pena acercarse hasta aquí.

Por supuesto y aunque yo lo dejaría para otro viaje en la costa oriental de Asturias, si os queda tiempo, un paseo por el puerto de Llanes siempre será un acierto.

Día 4: Entre Bulnes y la Ruta del Cares.
Si hemos considerado que Cangas de Onís y sus alrededores sería un buen centro de operaciones para esta senda de viaje, no podemos irnos de aquí sin adentrarnos un poco más en los Picos de Europa. Si no tienes piernas para senderismo, entonces puede que tu mejor opción sea recorrer el Macizo Central de los Picos de Europa en coche y subir a los miradores sobre el Pico Urriellu (más conocido como Naranjo de Bulnes) en el funicular que une las inmediaciones de Poncebos con Bulnes.
Y si lo tuyo es andar, tienes mil rutas para caminar este Parque Nacional, pero para empezar a conocerlo, probablemente las dos mejores sean:
La Ruta del Cares.

Una de las rutas de senderismo más conocidas de Europa. Es una senda lineal entre Poncebos (Asturias) y Caín (León) siguiendo el desfiladero formado por el Río Cares. Dado que por carretera se tarda casi dos horas entre estos dos pueblos, os recomiendo que hagáis la ruta en ida y vuelta (y empecéis temprano). Serán en total unos 22 km que no requieren gran dificultad (pero estar atentos a los precipicios). Recordad que en esta región de España el clima es cambiante y espero que tengáis más suerte que nosotros, que hicimos la ruta durante 6 horas de intensa lluvia…

El Refugio del Pico Urriellu.

Podemos empezar esta ruta en el aparcamiento de Pandébano, pero si tenemos tiempo, es mejor empezar a caminar desde Sotres porque el camino hasta el aparcamiento es una pista que no está en muy buen estado. En todo caso, empezando desde el Collado de Pandébano junto a Cabañas de Canero, una sostenida subida de algo más de 6 km, nos llevará hasta el Refugio Vega de Urriellu, a los pies del mítico Naranjo de Bulnes.

La Senda del Cares es una ruta más «encajonada» y con menos desnivel, mientras que esta caminata es mucho más abierta, lo que permite una panorámica de las montañas mucho más amplia. Ambas son espectaculares y al mismo tiempo muy diferentes entre sí.
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