Muniellos es el bosque con mayúsculas, una porción más del paraíso asturiano. En este artículo os presento una ruta de senderismo para pasar un día completo en esta reserva imprescindible.
La Reserva Integral de Muniellos.
Este magnífico robledal, el más extenso de España y uno de los mejor conservados de Europa, está ubicado dentro del Parque Natural de las Fuentes de Narcea, Degaña e Ibias (Asturias). Además de robles, entre otros, nos encontraremos con tejos, acebos, hayas y abedules. En la fauna (con la que no te encontrarás pues se apartan del camino humano) destacan el urogallo, el oso pardo o el lobo entre otros animales.
No dejéis de ver el documental Cantábrico (2017) grabado en parte en estos bosques. Muniellos fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000.
Acceso y permiso.
La entrada a la reserva está en Tablizas (donde hay un aparcamiento) a una altitud de 680 metros, donde se encuentra el centro de recepción (también conocido como Casa del Guarda). En un viaje previo que hicimos con nuestro perro Bruce (y en el que por tanto no podíamos entrar a Muniellos ya que no está permitida la entrada a animales domésticos) recorrimos a pie la pista asfaltada de algo más de 4 km que hay entre el pueblecito de Moal y Tablizas (lo podéis ver en este track).

Caminar por Muniellos es un privilegio. Solo lo hacen 20 personas al día. Deberéis solicitar el permiso con antelación en la sede electrónica del gobierno de Asturias. Se puede pedir desde el 15 de diciembre del año anterior al de vuestra visita. Es gratuito y normalmente se os concede un único permiso por persona y año. Además, es importante que recordéis que debéis reconfirmar el permiso entre 23 y 15 días antes de la reserva… Yo soy bastante previsor para estas cosas, pero como el permiso lo solicité en diciembre para un sábado de mayo, después se me olvidó reconfirmar en abril y perdí la plaza 🙁 , aunque finalmente pudimos organizar la escapada unos días después en un día entre semana en el que quedaban 3 huecos.
Una vez llegue el día de visita, recordad estar entre las 9.00 y las 10.00 a la Casa del Guarda para que os expliquen el camino que podéis (y debéis) seguir, las normas de la reserva y comprueben vuestro permiso. Si llegáis después de las 10.00 podéis perder el permiso en favor de otro senderista que ande «a la caza» de plazas libres de último momento. Además, en invierno por ejemplo debéis estar de vuelta a las 17.00, con lo que si queréis hacer la vuelta completa, más os vale llegar pronto para después ir tranquilos durante la caminata. Podéis (y debéis) llevar agua y comida para pasar el día, pero evidentemente os tendréis que llevar los desperdicios en vuestra mochila de vuelta.
Alojamiento.
Para este «viaje relámpago» nos alojamos dos noches en los Apartamentos rurales Casa la Fonte en Oballo (Obachu), muy cerca de la entrada a Muniellos. Todo estaba súper cuidado y limpio. Destaca la terraza con unas vistas inmejorables. Es uno de los mejores alojamientos rurales en los que he estado.

>> En nuestra anterior visita a esta región que tiene a Cangas de Narcea como epicentro, nos quedamos una semana en los Apartamentos Cibuyo. Puedes encontrar estos apartamentos y otros alojamientos de la zona en esta búsqueda de casasrurales.net.
>> Más Sendas de Viaje por el Parque Natural de Fuentes de Narcea, Degaña e Ibias: El Cabril, El Bosque de Moal o la ruta de Besullo a Pomar de las Montañas.
La Ruta.
Dado que tuvimos suerte y se levantó un buen día primaveral (15 de mayo de 2018), pudimos hacer la ruta completa que podemos dividir en tres tramos:
- Ruta Larga. Empieza con más desnivel al principio hasta alcanzar una cota que va bordeando la ladera de la montaña y atravesando varios valles. Hay que tener cuidado con algunos canchales de rocas.
- Lagunas. Al llegar al cruce entre la Ruta Larga y la Senda del Río, un estrecho sendero nos llevará hasta la Laguna de la Isla, la primera de las lagunas de Muniellos. Si tenemos tiempo y un poco de experiencia en montaña, podemos continuar ascendiendo por un camino algo más complicado hasta las otras dos lagunas.
- Senda del Río. Este es el camino más sencillo para llegar hasta las lagunas y está casi todo el tiempo encerrado por el bosque. Para nosotros fue el camino de vuelta. El desnivel más importante se encuentra al principio siguiendo el Arroyo de la Candanosa. Después se va haciendo cada vez más fácil y menos pedregoso, siguiendo ya el Río Muniellos hasta el Centro de Visitantes.
Tened en cuenta que la ruta completa es exigente. Si no estáis acostumbrados a largas caminatas os aconsejarán hacer en ida y vuelta la Senda del Río, subiendo hasta la primera de las lagunas.
Duración: 8-9h.
Lugar de inicio: Centro de Recepción de Visitantes de la Reserva Integral de Muniellos – Tablizas (Asturias), España.
Circular: Sí.
Dificultad: Baja si se hace solo la Senda del Río hasta la primera laguna (aunque cuidado con los pasos estrechos en el sendero que asciende hasta la laguna). Media si se hace la llamada ruta larga. Media-alta si además se suben las otras tres lagunas con malas condiciones climáticas.
Desnivel acumulado (m): 1100.
Señalización: Sendero fácil de seguir con postes indicativos en los cruces.
Destacado: Paisaje del frondoso bosque, lagunas con color amarillo y rojizo, reserva integral con acceso limitado a solo 20 personas al día (tranquilidad para el disfrute total de la naturaleza).
Vídeo.
Track.
Nuestra Senda.
Esta senda la hice con mi amigo Manu. Para mantener la reserva teníamos que llegar entre las 9 y las 10 de la mañana. Nos entretuvimos un poco y aparcamos en el Centro de Visitantes a las 9.30. Pensaba que sería solo enseñar el justificante de la reserva, estirar un poco y empezar a andar, pero estaba equivocado…
La “guardesa” encargada de recibir a los senderistas se esmera grupo por grupo en dejar claro las dificultades del camino (la mirada que ha echado a una pareja que venía en vaqueros no tiene precio 🙂 ).

La Ruta Larga hoy se puede hacer porque hay buen tiempo, pero debemos tener en cuenta el desnivel y las piedras del camino, esto último dicho literalmente y peligroso para los tobillos. Los que no estén acostumbrados a grandes caminatas es mejor que directamente tomen la Senda del Río en ida y vuelta. Y regresar de la primera laguna con tiempo suficiente porque todos debemos estar antes de las 19.00 de vuelta (en otras épocas del año puede ser incluso antes de las 17.00). Pregunto por la posibilidad de subir hasta la tercera laguna y me dice que tendremos que tomar un sendero por la derecha en la primera laguna y rodear por la izquierda en la segunda, pero solo si tenemos tiempo de sobra, pues es otra hora más al menos a sumar a la ruta.
En resumen, el objetivo es que todos sean conscientes que si bien no es una ruta muy difícil, tampoco es un paseo y cada uno tiene que hacerse cargo de sus limitaciones… Y hacen muy bien en ponerse serios antes de empezar. Sobra decir que en un lugar como este, el respeto por la naturaleza y todo lo que ello conlleva, es algo que se presupone.

Finalmente y después de nuestro amable “charla-bronca”, empezamos a caminar a las 10.00 por la parte de atrás de esta “Casa del Guarda”, engullidos por un robledal precioso. El comienzo es un continuo túnel arbolado sobre una senda amplia y en ascenso. Algunas cuestas son importantes, pero en general la subida es bastante llevadera.
Tras rodear el Valle de la Degollada y haber ya salvado unos 300 metros de desnivel, el sendero se empieza a abrir dejándonos ver el esplendor de Muniellos. Observando el frondoso bosque que tenemos a ambos lados, por un momento me acuerdo del incendio que afectó a otra zona de la reserva el año pasado, apenándome aún más por ello. Pero hoy toca disfrutar y el camino por el que seguimos, si bien se hace más incómodo por el pedregal, también nos regala la floración primaveral de algunos arbustos bajos que nos van guardando.
Hay algún canchal de rocas en el que se pierde un poco la senda, pero todo está perfectamente señalizado, así que simplemente hay que tener cuidado al cruzar. Incluso más adelante, en uno de los pasos se ha puesto un pequeño cordal para agarrarnos con las manos como medida extra de seguridad.
A las 11.30 llegamos al primer objetivo del día: la Fuente de Fuenculebrera (km 3,5). Esta fuente está situada sobre el vértice del valle de Fuenculebrera y nos marca que hemos salvado la mayor parte de la ascensión. El paisaje que continúa desde este punto es simplemente brutal. Los Acebos empiezan también a salpicar el camino. Y así, observando las diferentes panorámicas del bosque y haciendo alguna parada breve, nos vamos entreteniendo hasta llegar alrededor de las 13.45 al cruce con La Senda del Río (km 9,3).

Recto nos dirigimos hasta la primera laguna. En este sendero que vuelve a picar un poco hacia arriba hay un par de metros de camino cercanos al barranco que debemos pasar con cuidado y un bonito paso sobre una cascada. Pronto llegamos a la Laguna de la Isla, que como su nombre indica tiene una isleta en el medio que le da un aspecto diferente a otros lagos. Bueno, tenemos la isla, pero si algo tiene de diferente esta laguna y las otras dos situadas más arriba es el color anaranjado del hierro que se distingue especialmente bien al borde de la misma.

Son las 14.15, así que como tenemos tiempo, decidimos seguir subiendo. Cruzando el riachuelo que parte de la laguna y bordeándola por su vereda derecha, empezamos a ascender por un incómodo camino de piedras blancas. A nuestra izquierda, la Laguna de la Isla ha adquirido otra perspectiva desde lo alto mucho más impresionante. Una pequeña “escupidera” bastante empinada y en ziz-zag es el tramo más complicado (especialmente de vuelta) para llegar hasta la segunda laguna: la Honda. Esta laguna es la más pequeña y a la vez la que está más resguardada por las paredes de la montaña.

Desde la Laguna la Honda (o Fonda), que rodeamos por la izquierda, nos empieza a costar seguir la senda hasta la tercera laguna debido a los neveros que aún permanecen. A lo mejor nos hemos venido un poco arriba ¿no? (nunca mejor dicho 😉 ). No hay pisadas anteriores, así que parece que vamos a ser los únicos “cafres” que vamos a andar por aquí hoy. Pero bueno, quede constancia que fuerzas y tiempo no nos faltaban. De todos modos, dado lo cerca que están las lagunas entre sí, tampoco le damos mucha importancia, aunque intentamos rodear estas “manchas blancas” porque la nieve está muy blanda y no sabemos hasta donde se nos hundirá el pie.

Alcanzamos la alargada Laguna Grande (km 10,8). Aquí, el color anaranjado se vuelve casi rojizo, una experiencia cromática por la que nos ha valido la pena subir hasta el final. A las 15.30 volvemos a la primera laguna donde comemos solos. A un lado La Laguna de la Isla, al otro el valle que tendremos que bajar en breve. Pocos lugares puede haber más tranquilos y espectaculares para comer de picnic.
A las 16.00 empezamos el regreso por la Senda del Río. La primera parte está muy empedrada y nos temíamos un camino de desgaste para las ya de por sí cansadas articulaciones. Aunque es cierto que el empedrado se mantiene a tramos, el descenso se nos hace más sencillo de lo esperado. A ello ayudan los curiosos árboles que vamos pasando (algunos completamente huecos por dentro) y el precioso camino que cruza nos va llevando de una vereda a otra del río por medio de puentes de madera.

No hemos visto mucha fauna, algún ave (pero ningún urogallo cantábrico como era de esperar), salamandras, lagartos y a Manu se le ha cruzado una serpiente de color tirando a negro, que casi no nos ha dado tiempo a ver. Para hacer la gracia, mientras intentaba acercarme con sigilo a verla, Manu me gritó gesticulando dando a entender que tenía otra por detrás del pie, claro yo he saltado, pero porque por su reacción exagerada, parecía que lo que se me venía encima era un oso, jeje.
Los últimos 3 km nos llevan por una pista cada vez más cómoda, el último tramo está incluso adaptado a largo de unas pasarelas de madera. A las 18.10 hemos terminado y nos hemos acercado a la recepción para avisar que «seguimos vivos».
Antes de irnos, hemos mantenido una amena charla con la responsable del Centro de Recepción de Visitantes sobre las antiguas rutas que había en Muniellos. Uno de estos trek tenía 40 km y al principio se hacía de noche para dividirlo en dos, después (al prohibir el vivac) tuvieron que cancelarlo. Esta senda tomaba la otra vertiente del monte opuesta a la actual Ruta Larga y después de pasar por las lagunas regresaba por el río.
También hemos hablado sobre la diversa flora del bosque, como se tiene que poner “dura” en las explicaciones previas a la caminata para evitar tener que ir a buscar a los senderistas y sobre el color naranja de las lagunas que parece causado tanto por la mezcla del hierro del terreno como por el colorido que da la viva flora que se deposita en el fondo.
Nos hemos despedido alabando los parques naturales que hay en esta zona de Asturias y que como siempre digo, poco tienen que envidiar a los magníficos Picos de Europa: Fuentes del Narcea Degaña e Ibias (donde nos encontramos), Somiedo, Ubiñas-La Mesa… Como dice el emblema turístico, “Asturias, paraíso natural”.
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